En la actualidad encontramos siete faros en Tenerife que guían a los navegantes por las costas de Tenerife. El más antiguo data de 1863. Las nuevas tecnologías han hecho que los faros hayan ido cambiando su altura y forma pero conservando su esencia y belleza.
Faro de la Punta de Abona
El Faro de Punta de Abona es uno de los más antiguos de la isla de Tenerife. Fue inaugurado en 1902. Servía para ayudar a la navegación entre Santa Cruz de Tenerife y las islas occidentales. En los años 60 hubo un accidente con una lancha neumática debido al mal estado de la señalización. De ahí la expresión «cambiarán los faros cuando las ranas críen pelo». Unos años después, en 1978, el faro fue abandonado y dejaron de utilizarlo.
En 2003 comenzaron las obras de rehabilitación. Entre los cambios, la altura del faro pasó de 6,5 a 39 metros. Uno de los proyectos pendientes es convertir la casa del farero en un museo-restaurante.
Gracias a la erupción de un volcán llamado Montaña de la Centinela, en sus alrededores hay charcos en los que es posible bañarse. Además esta montaña tiene un alto valor geológico y cuenta con una gran variedad de fauna y vegetación.
Faro de Teno
El faro se encuentra en los acantilados de la Punta de Teno. Un lugar impresionante donde se unen las dos partes de la isla. El pueblo más cercano es Buenavista del Norte, a unos 7 kilómetros de la capital.
La construcción del faro se aprobó en 1889, las obras se terminaron el 15 de abril de 1893 y a los cuatro años comenzó su funcionamiento. En aquella época el fato tenía un edificio con suelo de piedra, esta vez traída de La Gomera, como los de aquella época. La torre medía 7,62 metros. También contaba con dos casitas para alojar a los dos toreros y sus familias, éstas tenían comedor, dormitorio, cocina y baño, todo ello alrededor de un patio y oficinas, almacenes, etc. Los dos toreros tenían turnos de cuatro meses y dos turnos de vacaciones.
A lo largo de los años el faro ha evolucionado tanto en su forma como en su función. En los años 70 la torre cilíndrica se impuso sobre el resto, era de hormigón armado y estaba pintada con rayas blancas y rojas. En 1978 se construyó otra torre de 20 metros de altura, a casi 60 metros sobre el nivel del mar.
Faro de Buenavista
Una torre blanca de 42 metros con una escalera de caracol destaca en medio de un paisaje inigualable. Se encuentra a cuatro kilómetros de Buenavista. Comenzó a funcionar en 1997, de ahí su forma moderna. No se puede visitar, pero merece la pena ir para ver sus dimensiones y su situación geográfica.
Faro del Puerto de la Cruz
El faro se terminó de construir en 1995 y un año después empezó a funcionar. Tiene 31 metros de altura y consta de una torre cilíndrica con una escalera de estilo modernista. También tiene una estructura rectangular negra que simula ventanas. Este faro sustituye al de la dársena del Puerto de la Cruz.
Faro de Punta de Hidalgo
Se encuentra en la costa de San Cristóbal de La Laguna, en la Punta de Hidalgo. Su idílica ubicación y su diseño no dejan indiferente a nadie. Fue construido entre 1991 y 1992 por el plan llevado a cabo para evitar los puntos negros de la costa española. 50 metros de altura, en este caso la altura es importante y no está elegida al azar. Debido a la curvatura de la tierra, si fuera más baja, los navegantes no podrían ver el faro.
Como cuando se construyó el faro la tecnología ya había avanzado bastante, no encontramos las viviendas de los fareros, hay dos salas de máquinas una en el primer piso y otra en el último. El faro se puso en funcionamiento en 1994. Como dato curioso el 6 de septiembre de 2007, junto con otros cinco faros españoles, fue representado en un sello de Correos.
Faro de Anaga
Este faro lleva más de 150 años guiando a los navegantes, desde 1863, de hecho fue el primero que iluminó las costas canarias. También es el único que no ha sido sustituido por uno nuevo. Está situado en uno de los lugares más abruptos de la isla, en el Roque Bermejo. Para acceder al faro se puede ir por tierra, a través de un camino de montaña, o por mar.
Según Francisco Ruiz Ojeda, autor de un libro dedicado a los faros de Canarias, la torre tenía también una función social para la gente más pobre del lugar. Las personas que vivían en los caseríos acudían al faro a recoger aceite para iluminar sus casas.
Faro de Punta Rasca
Se encuentra en la Reserva Natural Especial del Malpaís de La Rasca. Aunque los estudios para su instalación datan de 1848, las obras no comenzarían hasta 1883, se terminaron en 1895 y se inauguraron cuatro años después. Aunque hoy lo vemos alejado de la civilización, en aquella época lo estaba aún más, de hecho había pequeñas embarcaciones que llevaban a los fareros todo lo que necesitaban, comida, agua y combustible sobre todo.
Además de los faros de Tenerife, sus alrededores, sus diferentes pueblos y su costa no dejarán indiferente a nadie. Aproveche para visitar los pueblos donde se encuentran los faros y se enamorará del lugar.